La escritura llegó a mi vida desde corta edad. Tengo muchos recuerdos de mi padre leyéndonos a mi hermana y a mí, cuentos infantiles. Recuerdo su voz y los dibujos que acompañaban cada hoja. También tengo presente en mi memoria, cuando mi mamá me cantaba y todo lo que eso poco a poco marcó en mí. Mi mamá, por ejemplo, fue la que estuvo presente en ese proceso de aprender a leer y a escribir, algo que se me hacía muy complejo en esas épocas, de hecho, no sé cómo resulté en este campo. Se me dificulta un poco la memorización de las letras y sus sonidos. No tenía una caligrafía tan bonita y creo que sigo sin tenerla, pero algo que mis padres se encargaron muy bien de cultivar en mí y que le ha dado pilar a toda mi vida y obra, es la creatividad, sin eso no podría hacer nada.

Tengo muchísimos recuerdos gracias a mis ancestros, todas las historias que me contaban y me siguen contando mis abuelas, los recuerdos de mi abuelo, que lastimosamente ya no está con nosotros y las posturas ideológicas que sigue teniendo mi otro abuelo. En mi familia hay cineastas, pintores, artesanas, sociólogos, psicólogos, carreras más formales como las ingenierías, pero creo que el arte ha estado presente en nosotros, por ende, este camino que escogí no fue casualidad… como nada en mi vida.

De igual forma, por mi parte, bajo mis filias, fui buscando el arte. Me acerqué a la música y ciertos géneros como el rap (citado en la obra) ya que me gusta como hace una crítica durísima a la realidad. También hice teatro y eso me ayudó a entender y escuchar el cuerpo. Luego, cuando fui creciendo tuve una obsesión con el cine, algo que creo que no ha cambiado, me gustan demasiado las imágenes en movimiento y las historias que destrozan mi cabeza, de allí precisamente surgió mi seudónimo. Actualmente bailo, hago performance y múltiples actividades que fortalecen mi espíritu.

Todo el tiempo pienso en crear. Trato de mantener esta idea desde que me levanto hasta que me acuesto. Escribir hace que se me incendie el alma en cada palabra y espero siempre sea así. Guardo mucho respeto al arte porque ha sido fuego en mí, pero también disfruto los procesos al destruir lo establecido dentro de los cánones y tachar todo lo que me tacha. Mantengo como premisa de vida, no aceptar las cosas convencionales, por ende, la forma y sentido de mi obra Aguas Negras es una consecuencia total de mi estilo de vida.