Un paseo por la vida

$25,000

Este libro contiene algunas memorias del maestro Jean Baptiste Hermosilla, profesor de matemáticas de la Universidad Nacional de Colombia.

Presentación:

Conocí al Profesor Jean Baptiste Hermosilla hace más de 15 años. Es uno de nuestros benefactores más comprometidos con la misión. Siempre supe de su gran inteligencia y de su forma de ser algo excéntrica, de lindos sentimientos, estricto, generoso, solitario, con grandes aptitudes artísticas, terco, obstinado, amoroso, tierno y radical.

Siempre me pregunté ¿Por qué a pesar de ser un profesor de Matemáticas de La Universidad Nacional con tantas historias y anécdotas no ha escrito un libro? Me encanta escuchar sus experiencias como maestro, sus descripciones y crónicas de los múltiples viajes por el mundo, sus relaciones interpersonales con estudiantes, profesores, artistas, amigos, amigas y vecinos de donde siempre vivió. Me llama la atención su buen gusto para vestir tanto en ocasiones especiales como en su diario vivir, y su excelente gusto para comer. Como buen francés, una copa de vino, es un disfrute para él.

Lo que nunca imaginé es que en sus años de vejez fuera yo su protectora y como él bien dice, se convirtiera en mi padre putativo.

Hace ya tres años está a mi cuidado, prefirió vivir a la manera de San Francisco en la Fundación que en un hogar geriátrico. Un día se me ocurrió que la vida del profesor Hermosilla no podía irse sin dejar un legado y también por ponerle una actividad que fuera fecunda y que le diera sentido a esta etapa de su vida , no fue difícil, su rapidez mental era tal que en pocas semanas este libro estaba listo con su propio puño y letra.

Es así como nació » UN PASEO POR LA VIDA», un libro de historias cortas que cuenta grandes acontecimientos, un libro sencillo escrito por un hombre ligero de equipaje sin grandes pretensiones. Un intelectual que escribe en español como si fuera su lengua nativa, amante de la ciencia y la lectura que ahora solo disfruta de las cosas sencillas de la vida: leer, comer y dormir. Atrás quedaron los cinco idiomas que aprendió, las ecuaciones diferenciales, el cálculo y en general la matemáticas. Se quedó con el dolor de no llegar a ser profesor titular de la Universidad Nacional, que tanto amó y a la que le dedicó 30 años de su vida y por la que dejó su profesión como ingeniero hidráulico para ser un modesto maestro universitario.

× ¿Cómo podemos ayudarte?